POSTURA:
Siéntate en postura fácil o en una silla con la espalda resta. Extiende el brazo derecho hacia arriba tocando la oreja derecha. Extiende el brazo izquierdo hacia arriba a 60º de la cabeza, con la palma hacia delante. Mantén los brazos bien estirados.
CONCENTRACIÓN:
Mantén los ojos ligeramente abiertos.
RESPIRACIÓN: Larga, profunda y lenta, a través de la nariz.
MUDRA: En las manos, pon el pulgar justo donde se junta el meñique con la palma de la mano.
TIEMPO: De 1 a 3 minutos.
COMENTARIO:
Esta meditación alivia cualquier problema en la parte inferior de la columna vertebral. Es un tratamiento directo para los riñones y las glándulas suprarrenales. También ayuda a reparar la energía agotada por largos periodos de estrés. También ayuda al corazón.
Sentirás que la respiración se vuelve más larga y profunda mientras la practicas. Es importante mantener los brazos quietos para que el beneficio sea completo.
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