Había una vez una hermosa familia formada por el padre, la madre y sus tres hijos. Eran muy felices, sus hijos eran muy obedientes. Lo que se les pidiera ellos lo hacían sin excusa ni pretexto.
Un día, esta familia perdió todos sus negocios y se quedó en la pobreza. Trataron de buscar trabajo pero no lo encontraron. Entonces el padre decidió que debían dejar su casa e ir a otra ciudad para buscar trabajo. En el camino, cuando tenían que cruzar por la selva, empezó a anochecer. Decidieron pasar esa noche bajo un árbol muy grande. Cuando sintieron hambre tuvieron que buscar en la selva algo que comer. Así que el padre le dijo a uno de sus hijos que buscara algo de leña seca. Al segundo hijo le pidió que fuera a buscar agua, y al tercero le mando buscar algo para encender el fuego. Después le pidió a su esposa que preparara las cosas para cocinar. Todo el mundo dijo “Sí” y fueron a hacer lo que se les dijo.
En ese árbol vivía un demonio. Cuando él vio a esa obediente familia se quedó sorprendido, pero también pensó: “Yo soy tan poderoso que puedo fácilmente vencerlos. Les haré una pregunta.” Dijo: “Ustedes no tienen nada para cocinar, sin embargo, están preparando todo esto, ¿Es una broma?”
El hombre le contestó: “Estamos juntando cosas para tenerlas listas. Te vamos a cocinar en el fuego que estamos preparando y te comeremos”.
Pero es su mente el diablo pensaba: “Tengo un plan para sorprenderlos. ¡Y yo me los comeré a ellos!”. Sin embargo el hombre había contestado con tanta seguridad que hizo que el diablo se asustara. El diablo pensó: “Esta familia es de cinco personas y son como un puño con cinco dedos.
No puedes separarlos y ponerlos uno contra otro. Trabajan juntos. Quizá es mejor para mi dejar esta situación que tratar de vencerlos”. Después de analizar la situación, el diablo dijo: “No me mates. Te daré este mapa de un tesoro. Cava un hoyo grande debajo de este árbol y encontrarás un gran tesoro ahí y podrás llevarte toda esa riqueza a casa y dejarme en paz.”
Cuando los hijos del hombre regresaron de hacer sus deberes, todos ellos comenzaron a cavar en la tierra. Encontraron un cofre con tesoros y se lo llevaron de regreso a casa. El cofre estaba lleno de dinero y desde entonces vivieron una vida confortable.
Sus vecinos notaron un gran cambio en el estilo de vida de esta familia y después de unos días fueron a preguntarles cuál era el secreto de su éxito. El hombre le contó a su vecino la historia. El vecino fue a su casa y dijo a su familia: “Tal vez nosotros debamos probar nuestra suerte”. Estuvieron de acuerdo y toda la familia jungla se fue a la jungla.
Cuando llegaron al árbol en la jungla, el padre empezó a asignar algunos trabajos a sus hijos de la misma manera que el otro hombre lo había hecho. Él le dijo a su primer hijo: “Ve y trae algo de leña seca”.
El hijo le contestó: “Ha estado lloviendo y no creo que vaya a encontrar algo de leña seca, así que no puedo ir”.
Después el hombre le dijo a su segundo hijo: “Ve y trae un poco de agua”.
El segundo hijo replicó: “Ahora estamos tan lejos de donde hay agua, que no puedo ir a traerla para ti”.
Entonces el hombre le dijo a su tercer hijo: “Ve a buscar algo para hacer fuego”.
El tercer hijo respondió: “No sé a dónde ir. ¿Por qué no vas tú y lo traes tú mismo?”
Mientras tanto, el demonio había estado observando la escena desde su árbol. Él vio que esta familia, contraria a la primera, no tenía unidad ni obediencia, así que el demonio les hizo la pregunta:
“Ustedes están juntando todas estas cosas, pero ¿Qué es lo que van a cocinar?”
El hombre le contestó del mismo modo que lo había hecho el hombre anterior: “Te vamos a cocinar a ti”.
Tras escuchar esta respuesta, el demonio bajó y le dijo al hombre: “Ustedes están tratando de imitar el ejemplo de aquella familia, pero no pueden. Ellos eran una familia obediente y unida. Vivían uno para otro. Sin embargo, ustedes son una familia dividida con grandes egos. Ustedes no me pueden comer. Todos ustedes tienen identidades separadas y la otra familia estaba unida como una sola pieza. Ellos se llevaron el cofre del tesoro a su casa pero tu familia no tiene la fortaleza para cargar con él, y ahora, en lugar de que ustedes me coman, yo voy a comérmelos uno por uno. Y el diablo se los comió.
(“Historias para Ganar el Mundo. Cuentos del Norte de la India.” Autora: Dra. Bibi Inderjit Kaur)
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