martes, 1 de noviembre de 2011

LA MUERTE DE GURU NANAK

Una de las tradiciones relativas a su muerte, dice que una vez Nanak designó a Angad como su sucesor, en 1539, y cuando corrió la noticia de su inminente muerte, musulmanes e hindúes corrieron a su vera para tener una última visión del Gurú. Lo encontraron sentado bajo una gran acacia. Entonces se desató un gran disputa acerca de lo que habría que hacer una vez el santo falleciera. Unos querían enterrarlo, los otros incinerarlo. El propio Gurú amainó el enfrentamiento.
A los hindúes les dijo que colocaran flores a su derecha.
Los musulmanes las colocarían a su izquierda. Aquella que, una vez muerto, permanecieran frescas, designarían qué colectivo tendría preferencia para realizar el ritual funerario. El santo se cubrió con una tela y entró en trance. Al día siguiente, los devotos destaparon el cadáver. Se percataron entonces de que el cuerpo había partido y las flores a ambos costados permanecían frescas. Todos juntos cantaron:

“Guru Nanak, rey de los faquires; para el hindú un gurú, para el musulmán un pir”.

Extracto del libro "Los Sikhs: Historia, identidad y religión" Autor: Agustín Pániker.

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