Exprésate completamente;
después guarda silencio.
Sé como las fuerzas de la naturaleza:
cuando sopla el viento, sólo hay viento;
cuando llueve, sólo hay lluvia;
cuando pasan las nubes, brilla el sol.
Si te abres al Tao,
eres uno con el Tao
y puedes encarnarlo plenamente.
Si te abres a la visión,
eres uno con la visión
y puedes usarla plenamente.
Si te abres a la pérdida,
eres uno con la pérdida
y puedes aceptarla plenamente.
Ábrete al Tao,
después confía en tus respuestas naturales
y todo encajará en su sitio.
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