miércoles, 30 de diciembre de 2015

Clases de kundalini yoga y yoga para embarazadas los fines de semana en el Barrio Salamanca Madrid

Todos los sábados de 11:15 a 12:30

Kundalini yoga

y de 12:45 a 13:45

Hata yoga para embarazadas.

Dónde:

En el centro Dalmai Yoga: C/Duque de Sesto 10, pasada la verja, primer local a la derecha.

Cómo llegar: Metro Ibiza, O´Donnell, Goya.

Número de contacto: 912834700

Precios:



MENSUAL

1 día a la semana 40€
(4-5 clases/mes)
2 días a la semana 60€
(8-9 clases/mes)
3 días a la semana 75€
(12-13 clases/mes)
Ilimitado 95€
Todos los días. Posibilidad de asistir a varias clases por día.
Clase de Prueba 10€
Cuota anual socio 20€

TRIMESTRAL

1 día / semana 95€
2 día / semana 150€
3 día / semana 195€

ANUAL
YOGA LOVERS

* Un único pago que incluye la cuota de socio y un 20% de descuento en los talleres de fin de semana)
2 día a la semana 440€
11 meses/año.
*ahorro mínimo de 240€.
Ilimitada 770€
11 meses/año.
*ahorro mínimo de 295€.

BONOS

5 Clases 60€
10 Clases 100€
Clase suelta 15€

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Patañjali y sus yoga sutras

Patañjali fue uno de los pensadores más importantes de la historia de la india. Nació en el 256 a.C. y era de origen hindú cachemiro e hijo de un matrimonio de yoguis que practicaban el yoga tántrico.

Su abuelo materno, Jirania Garbha, era seguidor del sabio Kapilá, del cual se dice que fue el creador de la primera doctrina de la india, la Sankhia y que además era ateo. El abuelo de Patañjali decidió dotar de una disciplina práctica a esta doctrina, fundando así el yoga. Se dice también que en un principio sankhia y yoga estaban unidos hasta que terminaron separándose en dos escuelas diferentes.

Patañjali aprendió de su abuelo las enseñanzas del yoga hasta que decidió componer su obra "Los Yoga sutras", basados también en la doctrina sankhia y el las escrituras del Bhagavad Gitá, uno de los episodios del Maha Bharata donde se narra la lucha de Aryuda y el ejército de su familia, los Pandavas, contra los Kauravas, ayudado por si primo, Krishna, el avatar de Vishnú.

El Yogui Paramahansa Yogananda, escribió un libro en el que interpreta el Bhagavad Gitá y explica las enseñanzas yoguicas ocultas en el mediante metáforas y representadas a través de los personajes del mismo.

Pero continuando con los yoga sutras, Patañjali dividió su libro en ocho capítulos, a los que denominó los ocho brazos del yoga, o en lengua hindú, Ashtanga Yoga, que ahora pasamos a explicar brevemente cada uno de ellos.

Yama, o las cinco abstinencias:

-Ahimsa: No causar daño.
-Satya: Decir la verdad.
-Asteya: No robar.
-Bramhmacharya: Celibato o moderación sexual.
-Aparigraha: No codiciar.

Niyama, o las cinco disciplinas:

-Saucha: Purificación interna y externa.
-Shantosha: Contentamiento.
-Tapas: Austeridad.
-Swadhyaya: Estudio de uno mismo o de escrituras sagradas o filosóficas con el fin de cultivar la mente.

Asanas

Posturas yóguicas. Dependiendo del yoga serán de una u otra manera, pero según el yoga más clásico, el Hata yoga, se contempla un total de 84 asanas. 
Estas posturas están diseñadas para fortalecer y estirar el cuerpo con el fin de hacerlo un templo sólido y fuerte donde albergar el alma.

Pranayama

Es el control de la respiración con el fin de energizar los nadis o meridianos del cuerpo por donde circula en prana, equilibrando así las energías y a su ver lograr mantener más fácilmente las asanas y también dominar los pensamientos no deseados. 

Pratyahara o abstracción de los sentidos

Es un tipo de concentración que consiste en dominar los sentidos, de tal manera que los lleves hacia tu interior, Cuando logras controlar pratyahara no te concentras en el mundo exterior, no escuchas, oyes, sientes, gustas o palpas el exterior, si no que todos está centrados en un punto dentro de tu ser. 

Dharana

Consiste en centrar tu mente y pensamientos en un solo punto, el cual puede ser tu respiración, un mantra, una vela encendida, u yantra, o simplemente en tu propio silencio interior.

Dhyana

Se la denomina como la contemplación activa en la esencia del objeto sobre el que se está meditando. 
Con Dharana concentras tu mente en un punto y con Dhyana, alargas esa concentración, manteniéndola en el tiempo y a la vez siendo consciente de la esencia de las cosas: de ti mismo, de tu respiración, de un canto, una imagen, etc. Es decir, no juzgas nada, solo contemplas y sientes. 

Samadhi o iluminación

Cuando se logra entender verdaderamente la esencia de las cosas, es cuando se llega al estado de samadhi, que se denomina iluminación, porque la mente al fin abandona la oscuridad en la que le mantenía su propia ignorancia para ser plenamente consciente de cuanto le rodea, ya que puede sentir su verdadera naturaleza.