domingo, 28 de junio de 2015

La Crítica

La crítica es una palabra que normalmente asociamos a algo malo, como un comportamiento, un error, etc. Aunque por otro lado tenemos la denominada crítica constructiva, que lo que pretende es enseñar algo o hacer crecer a una persona, marcándole, eso sí, amablemente, sus fallos y después aconsejándole un nuevo modo de hacer las cosas para mejorar. 
Esto último, más que crítica destructiva lo considero enseñar, instruir, pues los maestros es eso lo que hacen, corregir a sus pupilos para marcarles el camino correcto.
En algunos momentos, puede que te encuentres con personas que te critican y te dan su opinión acerca de lo que deberías hacer, pero según el tono que utilicen, sabes perfectamente si te lo están diciendo porque en verdad quieren ayudarte, o simplemente para marcar una comparación y sentirse ellos superiores.
Las críticas son realmente peligrosas, pues a veces llegan a herir a personas que ni siquiera sienten que hayan hecho algo incorrecto, dañino o malo. 
Hay personas que utilizan la crítica simplemente para hacer sentir mal a la persona que tienen al lado y satisfacer su propio ego. Esto es muy propio de los denominados vampiros energéticos, personas que hacen sentir mal a los demás, disfrutando así del sufrimiento ajeno. 
Normalmente, lo que sucede con estos individuos es que detrás de su comportamiento criticón se encuentra una tremenda inseguridad hacia ellos mismos, complejos, exceso de perfección etc. No viven a gusto consigo mismos, no se conocen, sienten que se van a reír de ellos si no hacen todo perfecto y para disimular todos estos sentimientos se ocultan bajo una máscara de superioridad y crítica extrema.
Defienden a ultranza sus valores, como podría hacer cualquier persona, con la salvedad de que ellos pretenderán llevar siempre la razón, y llevarte a su terreno sea como sea para demostrar que ellos hacen lo correcto y el resto no, sin respetar las opiniones de los demás, alegando que "no te has informado lo suficiente, no has leído a cerca del tema, tú no has estado allí, tengo un amigo que me ha dicho..."
Generalmente no nos damos cuenta, pero muchas veces, estas críticas son hechas simplemente para llamar la atención y como he dicho antes, aumentar su sentimiento de superioridad.
Lo mejor en estos casos, es saber discernir primero, cuando estás recibiendo una lección (es decir, que lleva tras de sí una enseñanza) o una simple una crítica procedente del más infantil de los egos. En el primer caso, acéptala de buena gana, te están haciendo un bien, quieren que mejores, que avances, que crezcas. En el segundo, siempre hay detrás la malsana intención de dañar, pero en lugar de permitir que tu ego se sienta humillado, piensa que tras esa hiriente crítica hay una persona que sufre por sus propias críticas personales. Puedes sentir lástima, compadecerte de ellos, sonreír y seguir adelante.



domingo, 14 de junio de 2015

La Verdad a cerca de la iluminación

La iluminación es la meta y el fin de toda persona que sigue un camino espiritual, alcanzar la paz, la calma, llegar al nirvana...
¿Pero por qué se alcanza esa calma?
La iluminación hace referencia a darse cuenta o ser consciente de algo que no veíamos, que permanecía velado u oscuro a nuestros ojos. 
Cuando vas desentramando toda esta maraña que supone el comportamiento de la sociedad humana, vas reconociendo determinado patrones que después te hacen actuar de una manera más comedida y serena. Te vuelves más paciente y eres capaz de adelantarte a comportamientos indeseados o problemas, antes de que sucedan, pues eres capaz de saber las consecuencias.
Piensas más antes de hablar y poder herir a alguien, te vuelves más comprensivo y amoroso, y no juzgas a la gente, si no que tiendes a tratar a todos igual.
Toda circunstancia y persona se convierte en una ocasión de aprender y ves que recibes lecciones cada día de todo tipo de personas y en un sin fin de situaciones. Te vuelves más atento y alerta, te enfadas cada vez menos, disfrutas más de las cosas simples, y lo material empieza a ser algo superfluo, reconociendo que al fin y al cabo es efímero. 
Las cosas que antes tenían importancia empiezan a perderla, las riquézas, los títulos, estudios, logros personales, competiciones, etc. Incluso prierdes el interés por llevar siempre razón. Es decir, el ego va mengüando y terminas identificándote con un yo más profundo, el yo que disfruta con un paseo por el campo, una siesta, la conversación con un viejo amigo, y te terminas dando cuenta, que lo realmente importante es el trato que las personas nos damos las unas a las otras. Ya sabéis, la belleza está en el interior, pues el comportamiento es lo que hace realmente bella a una persona que comparte su sabiduría para hacer sentirse en paz a otra. Eso es exactamente un maerstro iluminado.

Amrit Nam Kaur