Las constelaciones en general sirven para tratar problemas en esta memoria que vamos heredando de los familiares pasados, como si el árbol genealógico se tratara de un ser en sí mismo. Así pues, un conflicto grave que tuvo lugar hace muchos años, cuando nosotros ni siquiera habíamos nacido, puede influir sobre cualquier miembro de nuestra familia en el presente. El trabajo del constelador es averiguar qué acontecimientos, comportamientos o circunstancias sucedieron, y sobre qué miembro de la familia está recayendo esa energía genética. Una vez que esto se averigua, el constelador hará que esa energía se limpie resolviendo el conflicto en el pasado.
Es normal ver en una constelación el uso de las frases "Te devuelvo lo que es tuyo", "Perdóname", "Gracias", o frases que liberan de cargas, porque muchas veces no somos conscientes de que nosotros mismos podemos ser los que estamos cargando con una circunstancia o un roll que no es el nuestro. Generalmente esto ocurre porque nuestra alma dice al resto de las almas de la familia "No os preocupéis, que yo puedo con esto." Y nos cargamos con un peso que no nos corresponde. Y si no corresponde a ningún miembro tiene que ser limpiado.
Cuando conocí las constelaciones a través de mi amiga y maestra de yoga Sol Ortega, pues al principio me sorprendía muchísimo este método porque resultaba muy raro. Ella me contaba que había sido creado por un psicólogo alemán y que daba buenos resultados. Pero no solo funciona, si no que te das cuenta al hacer tu árbol genealógico de los patrones erróneos que se van heredando. También hay patrones buenos. Recuerdo una constelación que le hicimos a una chica que lo que ocurrió fue que todos los miembros que representaban a sus familiares se unieron en un sentido abrazo y se quedaron así quietos durante unos minutos. Luego la chica nos contó que su familia era muy feliz y que había dos personas que se llamaban Moisés, que ella los definía como una auténtica bendición dentro de su familia pues eran un nexo de unión muy grande entre todos. Se hereda lo bueno y también lo malo.
Al tiempo que conocía las constelaciones, Sol también me habló del Masaje Metamórfico, y me impactó tanto que quise probarlo. Yo por aquel entonces no pasaba una buena racha y desató muchísimas emociones, de hecho, durante el masaje tuve una regresión a una vida pasada.
Según la técnica metamórfica los problemas que sufrimos en la infancia, adolescencia, madurez o vejez, los podemos haber programado ya desde el vientre materno e incluso¡¡¡antes de ser concebidos!!!! Se dice que puedes arrastrar memorias energéticas de vidas pasadas. El masaje metamórfico es una técnica muy poderosa que trabaja machacando los bloqueos como si fuese una apisonadora. No todo el mundo experimenta las mismas sensaciones, pero en mi caso os digo que mi mundo se puso patas arriba y al final todo se colocó donde tenía que estar.
Y ahora es cuando voy a hablar de mi querido Hoponopono.
En Haway los nativos, cuando había un conflicto en la tribu o la familia, hacían una reunión para solucionar los problemas. Las personas que habían creado o sufrido el conflicto en primera persona, exponían lo que habían hecho y después pedían perdón a toda la congregación, y el resto de los presentes hacían lo mismo.
En esta técnica las palabras clave son: Lo siento, perdóname, te amo y gracias, y con su uso reiterado, hacían desaparecer el conflicto y la energía que lo creó.
Con hoponopono uno se hace responsable de sus actos, sea cual sea el problema, incluso si se piensa que uno es la víctima. Aunque este sea tu caso, tú has atraido ese problema incluso de manera inconsciente, y entonces hay que limpiarlo y educar a tu mente para que no vuelva a atraer ese patrón.
Me sorprenden muchísimo las tres técnicas porque ¡¡¡TODAS HABLAN DE MEMORIAS!!! ¡De atracciones! ¡Y todas trabajan a nivel subconsciente, ese gran desconocido! Hay un mundo oculto dentro de nosotros, un mundo en la sombra que no alcanzamos a entender. Supongo que si fuéramos capaces de viajar a los archivos akásicos y leer lo que nosotros mismos hemos planeado vivir, la vida no tendría sentido porque aquí venimos a aprender y estas técnicas nos ayudan a entender mejor ese camino que llamamos aprendizaje.
Amrit Nam Kaur
