POSTURA:
Siéntate en postura fácil o en una silla, con la espalda recta.
MUDRA:
Dobla los dedos hasta que las yemas toquen la parte interior de los nudillos, justo donde comienzan los dedos. Junta las manos y llévalas a la altura del centro del pecho. Las manos se tocan solamente en dos puntos: los nudillos del dedo corazón y las puntas de los pulgares. Los pulgares señalan hacia el centro del pecho y se aprietan entre sí.
CONCENTRACIÓN:
Ojos cerrados y dirigidos al tercer ojo.
RESPIRACIÓN:
Haz una respiración larga y profunda, siempre por la nariz. Enfoca toda la atención en el flujo de la respiración.
TIEMPO: De 11 a 31 minutos.
FINAL: Inspira profundamente, retén el aire 10 segundos, espira y relájate durante 5 minutos.
COMENTARIO: Esta meditación te ayudará a desapegarte de tu ego y por lo tanto a cambiar profundamente. Cundo nos identificamos con el ego, este no nos deja ver nuestra verdadera madurez y potencial y esto crea un estado constante de molestia mental.
La diferencia ente tu realidad y tu percepción de ella, a través del ego, crea dudas, y las dudas crean miseria. Dudar hace que la proyección de tu aura mengüe 90 cm . El ego no dejará que cambies con facilidad, ya que este bloquea la comunicación. Para salir de la oscuridad, te tienes que evaluar a ti mismo.
Practica esta meditación como ayuda para el proceso de la auto-evaluación y para examinar a fondo al ego para poder cambiar y desbloquear la comunicación subconsciente.
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